Un nuevo aniversario de LA PATRIA, se está celebrando en estos días de septiembre del 2009, con el aliciente de que estamos a las puertas del bi-centenario, doscientos años de vida independiente.-
Como un homenaje a todos los bailadores de cueca, quiero publicar la mía:
Vamos a bailar, me dijo:
esta cueca portentosa.
Escuche el trinar de las guitrarras
junto al arpa melodiosa.-
Vamos, le dije, Negrita
y le ofrecí mi brazo izquierdo:
¡No soy yo ningún quedao!
¡Campeón soy pal zapateo!
No se me vaya a fundir, riose
cuando entre en su apageo,
esta cueca que es baluarte
de mi campo tan chileno.-
Y nos pasiamos del brazo.
de lao a lao el terreno.
Nos pusimos frente a frente,
mostrandonos los pañuelos.-
Daba gusto el escuchar
de las guitarras el punteo,
y el acordeón melodioso,
con el pandero entre medio.
Arrancaron las cantoras,
con voces del mismo cielo.
una cueca que era historia,
en mi folclore chileno.-
Bailando dimos la vuelta,
mirándonos con picardía,
de nuevo de frente a frente,
sus ojos como reían.-
Le empecé mi zapateo
rodiándola pa que no huyera,
y en cada paso salían
estrellas de mis espuelas.-
La cantora gritó: ¡Vuelta!
y ahí si que fue la gloria
me sujeté mi sombrero
y le bornié mi pañuelo.-
Me le acerqué zapatiando
y la rodeé por el cuello
con mi pañuelo blanquito
y la atraqué pa mi pecho.-
Mi pecho se estremeció
de sus ojos mil destellos
me quedé como embrujao
Ta maire...Que ojos bellos.-
Tire yo mi manta al suelo.-
Pañuelo y rodilla en tierra.
Ella se dio su vuelta,
en mi rodilla su pierna.-
¡No hay primera, sin segunda,
ni segunda sin tercera.-
Cuatro puntas mi pañuelo.
Y UNA ESTRELLA MI BANDERA!
Como un homenaje a todos los bailadores de cueca, quiero publicar la mía:
Vamos a bailar, me dijo:
esta cueca portentosa.
Escuche el trinar de las guitrarras
junto al arpa melodiosa.-
Vamos, le dije, Negrita
y le ofrecí mi brazo izquierdo:
¡No soy yo ningún quedao!
¡Campeón soy pal zapateo!
No se me vaya a fundir, riose
cuando entre en su apageo,
esta cueca que es baluarte
de mi campo tan chileno.-
Y nos pasiamos del brazo.
de lao a lao el terreno.
Nos pusimos frente a frente,
mostrandonos los pañuelos.-
Daba gusto el escuchar
de las guitarras el punteo,
y el acordeón melodioso,
con el pandero entre medio.
Arrancaron las cantoras,
con voces del mismo cielo.
una cueca que era historia,
en mi folclore chileno.-
Bailando dimos la vuelta,
mirándonos con picardía,
de nuevo de frente a frente,
sus ojos como reían.-
Le empecé mi zapateo
rodiándola pa que no huyera,
y en cada paso salían
estrellas de mis espuelas.-
La cantora gritó: ¡Vuelta!
y ahí si que fue la gloria
me sujeté mi sombrero
y le bornié mi pañuelo.-
Me le acerqué zapatiando
y la rodeé por el cuello
con mi pañuelo blanquito
y la atraqué pa mi pecho.-
Mi pecho se estremeció
de sus ojos mil destellos
me quedé como embrujao
Ta maire...Que ojos bellos.-
Tire yo mi manta al suelo.-
Pañuelo y rodilla en tierra.
Ella se dio su vuelta,
en mi rodilla su pierna.-
¡No hay primera, sin segunda,
ni segunda sin tercera.-
Cuatro puntas mi pañuelo.
Y UNA ESTRELLA MI BANDERA!
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