TRAS LA HUELLA DEL COMPAÑERO PRESIDENTE

MIS CIEN MANERAS DE DECIR ALLENDE

EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO.-



I



Para escribir sobre Allende,

se requiere compromiso,

fuerza de gallo castizo

pa’ recordar un Presidente,

muy amado por su gente.

Que no me falte el talento,

memoria y entendimiento,

para completar la idea,

si recular es cosa fea,

a mi me lleven los vientos.-



II



Sin abandonar mi porfía

de recordar tan gran figura,

me acompaña la finura,

de que supe en estos días,

al leer su biografía.

Aprendí que en Valparaíso,

su llanto primero hizo,

este niño prodigioso

con un llanto poderoso,

y de cabello rojizo.-



III



Como el que tenía su abuelo,

al que apodaban “el rojo”,

de un corazón grandioso,

conocido en ese suelo,

como un amigo del pueblo.

Rodeado de su gente

no tuvo infancia doliente,

la mar, el viento, la brisa,

del puerto fueron cobijas,

niño Salvador Allende.



















IV



Los estudios secundarios,

los hizo en un grande liceo,

no sólo a chuparse el deo,

de pe a pá los numerarios,

los recursos literarios,

a él no fueron ajenos,

a Marx leyó primero

Demarchi se los prestó

Y con él los discutió.

Gran maestro el zapatero.-



V



Voluntario se presentó,

a su servicio militar,

el paso que vino a dar

a su cuerpo le sirvió,

mucha fuerza también le dio.

La lanza aprendió a usar,

Caballos muy bien montar,

En las monturas inglesas,

había que tener destreza

para poderse agarrar.