viernes, julio 06, 2007

RECORDANDO A NUESTRO PABLO NERUDA.

En este mes de Julio, se cumple un aniversario más del nacimiento de nuestro Insigne Poeta, Pablo Neruda.- El escribía en sus "Confieso que he vivido" : "Busqué de nuevo la hermosura de mi Patria. La fuerte belleza de la naturaleza. El encanto de sus mujeres. El trabajo de mis compañeros. La inteligencia de mis compatriotas. El país no había cambiado. Campos y aldeas dormidas. Pobreza terrible en las regiones mineras y la gente elegante llenando el Club de la Unión. Había que decidirse. Había que tomar partido: por los cadillac o por la gente sin escuelas y sín zapatos. Esta gente sin escuelas y sín zapatos, me elegió Senador de la República por la región más dura de Chile, región del cobre y del salitre. Era difícil y áspero caminar por la pampa. Por medio siglo no llueve en esas regiones y el desierto ha dado fisonomía a los mineros. Son hombres de rostros quemados. Toda su expresión de soledad y abandono se depositan en los ojos de oscura intensidad. Subir del desierto a la cordillera. Entrar en cada casa pobre. Conocer las inhumanas faenas y sentirse depositario de las esperanzas del hombre aislado y sumergido, no es una responsabilidad cualquiera. Sin embargo, mi poesía abrió el camino de comunicación y pude andar, circular, y ser recibido como un hermano imperecedero por mis compatriotas de vida dura. Esos desiertos tuve que recorrerlos durante años como Senador electo por los habitantes de aquellas soledades. Por aquellos trabajadores del cobre y del salitre que nunca usaron ni cuello ni corbata. Entrar en aquellas planicies, enfrentarse a aquellas serranías, es entrar en la luna. La pampa guarda la gran riqueza de mi país, pero, es preciso sacar de la tierra seca y de los montes de piedra, el abono blanco y el colorado mineral. En pocos sitios del mundo la vida es tan dura. Cuesta transportar el agua, conservar una planta, criar un perro, un conejo, un cerdo. Yo procedo del otro extremo de la república. Nací en terrenos verdes, de grandes arboledas selváticas. Tuve una infancia de lluvia y nieve, bajo los bosques, junto a los ríos. Todo le habla al ser humano. El desierto, en cambio, es incomunicativo. Yo no entendía su idioma, es decir, su silencio. Me tocó allí padecer y luchar. Amar y cantar. Me tocaron el triunfo y la derrota. Probé el gusto del pan y de la sangre, y todas las alternativas desde el llanto hasta los besos, desde la soledad hasta el pueblo. Perviven en mi poesía. Actúan en ella porque he vivido para mi poesía y mi poesía ha sostenido mis luchas. Y si muchos premios he alcanzado, premios fugases como mariposas; he alcanzado un premio mayor, un premio que muchos desdeñan; pero, que en realidad, es para muchos inalcansable. HE LLEGADO ASER POETA DE MI PUEBLO."

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